LA OBESIDAD INFANTIL EN ESPAÑA
“El
26% de los varones y el 24% de las niñas tiene sobrepeso”
1.
La salud infantil
La salud es algo muy
importante en las personas y que va mucho más allá de la ausencia
de enfermedades.
En los niños, el
periodo que va de la infancia a la adolescencia es muy importante,
son los años clave para dotar de una buena salud a los infantes de
la familia. Uno de los problemas más habituales en los niños es la
alimentación, y cómo se realice esta en ese periodo que va de la
infancia a la adolescencia es fulminante para la salud que vayan a
seguir teniendo a lo largo de sus vidas.
Para que haya una
alimentación “es muy importante tener unos buenos hábitos en
cada”, afirma la doctora Neus Vila Rovira, médico del Departamento
de Nutrición y Endrocrinología de la Clínica Universidad de
Navarra.
2.
La obesidad infantil
“La
obesidad no es un exceso de peso, de kilos, como mucha gente
menciona. La obesidad es un exceso de grasa, tener más grasa en el
cuerpo de la que este puede soportar”, confirma la doctora Vila
Rovira.
Según
la OMS (Organización Mundial de la Salud): “La
obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más
graves del siglo XXI...La prevalencia ha aumentado a un ritmo
alarmante”.
La OMS añade que “los niños obesos y con sobrepeso tienden a
seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades
de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como
la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”.
Para que no ocurra esto y evitar que un niño llegue a padecer
obesidad, la doctora Vila recomienda hacer un seguimiento de la
alimentación desde muy pequeños. “Prevenir es mejor que curar”,
comenta la doctora.
2.1. La obesidad infantil en la actualidad en España
La obesidad “especialmente entre los jóvenes y niños, estaría directamente relacionada con el estatus socieconómico”, así lo afirmó un artículo de ABC, publicado el pasado 14 de enero de 2014.
La obesidad “especialmente entre los jóvenes y niños, estaría directamente relacionada con el estatus socieconómico”, así lo afirmó un artículo de ABC, publicado el pasado 14 de enero de 2014.
Es increíble, pero cierto. La obesidad está relacionada con la
economía de las familias. La afirmación del periódico ABC viene de
un estudio realizado en Estados Unidos gracias a unas encuestas
nacionales.
Podríamos pensar, como en muchas ocasiones, que el tema nos toca
lejos, en España eso no va a ocurrir, y mucho menos en nuestras
casas. Pero no podemos precipitarnos. En otro artículo de ABC, del
14 de mayo de 2013, ya se advertía de que España estaba en peligro
y los datos estaban creciendo. Según unos datos sobre obesidad y
sobrepeso infantil, que se presentaron en Barcelona por la Fundación
Thao, la incidencia de este problema de salud era “peligrosamente
elevada en España”; además, también se dijo que estábamos
próximos a los niveles de Estados Unidos.
No pasaron muchos meses cuando, también en ABC, apareció este
titular: “La crisis agudiza la obesidad en países como España”,
(28 de mayo de 2014). Podemos ver que ese problema es real, la
obesidad ha llegado a España, tal y como se advertía en los
anteriores artículos de ABC mencionados.
“La crisis económica puede haber contribuido a un mayor
crecimiento de la obesidad”, señaló el experto en Salud de la
OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)
y uno de los autores de este estudio sobre la obesidad, Michel
Cecchini; reflejado en el artículo de ABC del 28 de mayo de este
año.
La crisis económica ha afectado a los hogares españoles y esto se
puede ver reflejado en la cesta de la compra. Algunas familias han
recortado gastos con los alimentos y muchas ven como salida la
“comida basura”, uno de los principales alimentos que provoca
sobrepeso y obesidad. Esto reflejado en los niños es aún peor, como
se decía antes, los hábitos adquiridos en casa son muy importantes
a esas edades, y que la salud se vea dañada por este tipo de
alimentación es muy preocupante.
La tasa de sobrepreso infantil en España es muy preocupante y está
por encima del promedio del resto de países que pertenecen a la
OCDE. En España “el
26% de los varones y el 24% de las niñas tiene sobrepeso”, así
se confirma en ABC.
“El 26% de los varones y el 24% de las niñas
tiene sobrepeso”.
3. Cómo actuar ante
la obesidad infantil
3.1. Médicos
“Cada
niño es un mundo”, afirma la doctora Neus Vila.
La doctora cuenta que los casos
de obesidad infantil llegan siempre, en primer lugar, al departamento
de pediatría. Cuando los médicos de esta sección ven el problema
infantil, trasladan al paciente al departamento de nutrición, para
que un dietista pueda analizar y estudiar dónde está el problema.
Para esto, se realizan entrevistas completas y detalladas, de hasta
una hora, para detectar dónde está ese problema. Se ve cuál es la
conducta alimentaria del niño, qué come, cuántas veces al día, si
picotea entre horas, si hay atracones, si hace ejercicio y en qué
cantidad.
Con
estas entrevistas y un cuestionario de frecuencia de consumo de todos
los alimentos principales en la dieta de un niño, se le pregunta
alimento por alimento, cuántas veces a la semana lo consume y cómo
está cocinado; así se detecta dónde puede estar el fallo en la
alimentación de ese infante.
Este
es el primer paso para que los médicos puedan actuar.
“El
deporte es una solución, pero con el que se realiza en el colegio,
no somos capaces de acabar con el problema de la obesidad. Hay niños
que necesitan más minutos de ejercicio a lo largo de la semana”,
este es uno de los consejos que da la doctora Neus, pero que no es
suficiente para acabar con esa obesidad infantil. “Quien de verdad
tiene el trabajo y el papel de solucionar este problema son los
padres, con una buena educación en casa, aunque esto para ellos es
difícil de ver y, sobre todo, de reconocer”, añade la doctora,
experta en la nutrición infantil.
Según
un estudio realizado por la doctora Vila, este problema con los
padres es más complicado de lo que a simple vista parece. Los padres
tienen que querer y tener la capacidad de cambiar la conducta
alimentaria en sus casas, es difícil decirle a un padre o a una
madre de familia que su hijo tiene un problema por una mala educación
alimentaria
en
casa, y que la solución no está solo en el departamento de
pediatría, sino que es necesario que el niño pase también por el
departamento de nutrición y por el departamento de psiquiatría para
poder enfrentarse a su problema y saber solucionarlo.
La
doctora añade que tampoco unas normas estrictas en casa es lo más
correcto, es mucho más complicado, tenemos que saber lidiar con los
niños y no forzarlos, “poco a poco, todo se consigue”. Comenta
la doctora que todos en casa deben colaborar con esa labor.
3.2.
Padres e hijos
Como
afirma la doctora Neus Vila Rovira, la educación alimentaria en los
niños es muy complicada. Muchas veces los padres tienen que cambiar
hábitos malos, que no benefician a sus hijos.
“Cambiar
la conducta de un niño, que está acostumbrado a seguir unas normas
impuestas por sus padres es difícil, pero es más difícil aún
cambiar la forma de actuar de unos padres con un hijo, por mucho que
lo quieran, porque los padres siempre piensan estar haciendo lo mejor
para sus hijos”, este
es el motivo por el que la doctora Neus Vila apuesta por el
departamento de psiquiatría y le da mucha importancia.
La
doctora recomienda, incluso, hacer juegos para ir, poco a poco,
introduciendo nuevos alimentos en la dieta de los niños, que no lo
vean como algo obligatorio y estricto. Empezar por purés y papillas
está bien, comenta, “pero también deben ver los alimentos enteros
en el plato”.
El
tema del consumo de golosinas en niños es un problema, pero no el
más peligroso; los refrescos son los que más elevan los datos de
obesidad y sobrepeso infantil. Estas bebidas suelen ser consumidas a
diario, mucho más que las golosinas o la bollería infantil.
La
doctora comenta que las fiestas de cumpleaños, e incluso los
abuelos, son dos factores que hacen que estos datos se eleven. “No
lo hacen a querer, ni con malas intenciones; pero, un caramelo un
día, dos al día siguiente. Una fiesta de cumpleaños un viernes por
la tarde cargada de golosinas, refrescos y bollería. Estas son
situaciones típicas que hacen que los niveles aumenten”, confiesa
la doctora Vila Rovira.
Recomienda
que ese consumo de golosinas debe centrarse en un día concreto de la
semana, y que, además, los niños lo tengan como un verdadero
hábito, saber que, por ejemplo, solo se comen chucherías los
sábados, y con un límite. Las
fiestas de cumpleaños deben ser una excepción y equilibrar el
consumo semanal.
La
doctora Vila también habla de los recreos y las meriendas: “Lo
mejor es un buen trozo de pan, un bocadillo tanto para los recreos
como para las meriendas, hay que huir de la bollería industrial”,
comenta.
Muchos
pensamos que la fruta es algo muy necesario en la dieta diaria, la
doctora sí recomienda su consumo, ya que es vital, pero no a diario,
“todo en exceso es malo”.
Lo
mejor, como se dijo antes y como confirma y recomienda esta doctora
del Departamento de Nutrición y Endocrinología de la Clínica
Universidad de Navarra, es educar a los niños desde bien pequeños,
con unos buenos hábitos en casa, y que además, los padres también
cumplan para dar un buen ejemplo.
4.
Soluciones
-
Buenos hábitos en el hogar, desde muy pequeños.
-
Hacer que la dieta no sean unas normas, que sea algo, incluso,
divertido.
-
Realizar deporte, además de la Educación Física del colegio,
también como actividad extraescolar.
-
Ir
introduciendo, poco a poco, todos los alimentos en la dieta de los
niños.
-
Equilibrar el consumo de golosinas, refrescos y bollería. Solo una
vez por semana y un día concreto.
-
Hacer que los niños se creen también sus propios hábitos, que no
vean normas, ni prohibiciones, sino que lo vean como algo normal y
habitual.
5.
La dieta perfecta
“Sería
muy fácil poner esquemas para todos, pero cada niño es un mundo”.
La
dieta ideal sería:
-
Desayuno:
siempre debe haber un lácteo y un derivado de cereal, puede ser pan,
tostadas, galletas, cereales, etc.
-
A media mañana:
preferiblemente un hidrato de carbono, o un derivado de cereal con
algo dentro; un bocadillo, por ejemplo. También podemos meter una
fruta de vez en cuando para ir variando.
-
Comida:
debe haber variedad y equilibrar con la cena, proteínas y vegetales,
hay que ir jugando.
-
Cena:
lo mejor es poner lo que no haya habido en la comida, equilibrar la
dieta diaria e ir jugando con los alimentos. Es importante medir bien
la cantidad de vegetales en los niños, son muy necesarios, pero
quizá mejor en menos cantidad que las proteínas; todo depende del
niño, si está delgado o tiene sobrepeso.